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144 SermoN VI, cado , que como un fuego devorador nada perdona , todo lo confunde , todo lo abrasa : aquel pecado que no perdona lo sagrado , nilo profano, la virtud , ni el vicio : que se leyan- ta osado y atreyido contra las tiaras , capelos y mitras, no mé- nos que contra los cetros y coronas : aquel pecado de la len- gua , que despues de injuriar á todos los vivientes , penetra hasta los sepulcros , y revolviendo aquellos secos y desqua- dernados esqueletos , saca á luz unas flaquezas ,-que Dios , el tiempo y la tierra habian ocultado : aquel pecado , en fin , di- gámoslo de una vez , la murmuracion maligna y pestífera, que desune las sociedades , enciende la guerra en los reynos, y derrama la turbacion en las repúblicas : la murmuracion que siembra la discordia en. las familias , y 'arma al hermano contra su hermano , al padre contra el hijo , 4 éste contra su padre , á la muger contra el marido ,-al ame contra el cria- do, al amigo contra su amigo , yá los hombres contra sus mismos semejantes : la murmuracion , que con sus dardos én- venenados mata al mismo que murmura , 4 los que: oyen con gusto murmurar , y despedaza la repntacion y buena fama del próximo , imponiéndole crímenes que no ha cometido, aumentando los que verdaderamente cometió , descubriendo los ocultos , é interpretando en mal sentido las acciones bue- nas ó indiferentes. Este pecado maligno , que con un torcer la cabeza , con un gesto burlesco , con una falsa sonrisa , con un silencio importuno hiere y mata , es de quien yo quisie- ra daros una idea , tal que le aborrecierais eternamente. No penseis que para estovoy á inculcarme sobre aquellas tremen- das verdades de la santa escritura, en que se nos representa es- te pecado , como aborrecible 4 Dios (a) , y como abominable á los hombres. Tampoco exclamaré con san Agustin: O quam (a) Detractores Deo odibiles. Epist. D. Pauli ad Roman. c. 1. v. 30