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126 SeamoN V. sais , amados oyentes mios , que os podreis escapar de la eternidad? ¡ Ay que no, porque ella es inevitable! ¿Creeis que os avisarán? Tampoco, porque ella es oculta. ¿0s per- suadis que podreis remediar vuestra desdicha? Nada ménos, porque ella.es irreparable. Ved aquí , señores , tres condicio- nes Ó qualidades de la eternidad , que es muy justo exáminar con alguna mas atencion. QUALIDADES DE LA ETERNIDAD. IL Esla eternidad inevitable : sí, christianos : vosotros y yo fuimos concebidos para nacer ; nacimos para vivir: vivimos para morir : moriremos para ser juzgados ; y seremos juzga- dos para recibir el premio ó castigo eterno de mano del Om= nipotente , conforme á la santidad ó desórden de nuestras cos- tumbres. Miéntras vivimos sobre la tierra , es la inconstancia nuestro carácter , y el de todas las cosas que nos rodean ; to» do es mudanzas , todo contingencias. Podemos-ser ricos como el rico avariento 5 pero tambien podemos baxar como él al ¡n= fierno desde los banquetes espléndidos, y las costosas galas. Podemos ser pobres como el pobre Lázaro'; pero Con la gra- cia de Dios podemos imitarle en la paciencia , en los trabajos, en la rectitud y bondad de su corazon, y en la conformidad de nuestra voluntad con la de Dios , de quien, como el mis- mo Lázaro , seremos conducidos al paraiso. Podemos ser sa» bios como Salomon : podemos ser necios como Roboan : po- demos subir hasta el trono, y ser reyes poderosísimos cómo los Alexandros , los Daríos, los Asueros , los Nabucodonoso- res y otros monarcas ; pero podemos tambien caer del tróno hasta la mas humilde fortuna , como los Andrónicos y Vite» lios; y aun llegar á ser el desprecio ,.la abominacion y el ob- jeto del furor y la crueldad del pueblo , como los Luises de Erancia en muestros dias. Podemos llegar á una vejez muy