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d sd) E ConTrA LA DESHONESTIDAD. LIS vuestras culpas , los funestos efectos de vuestros pecados. Allí aumentándose á un grado incomprehensible vuestros tormen- tos , 4 proporcion que se multipliquen en el mundo vuestros escándalos , lorareis con lágrimas inútiles vuestra irremedia- ble desventura. Allí lloverá sobre vosotros un diluvio de lla- mas , un rio , un mar de fuego cada vez que caiga en el in- fierno alguna alma perdida por vuestras indecentes palabras, por vuestras acciones provocativas, por vuestros trages escan- dalosos , por vuestros torpes exemplos. Allí, en fin , una infi- nidad de penas para el cuerpo , una infinidad de penas para el alma , y una infinidad de penas para el alma y el cuerpo; siempre eternas , será vuestra posesion y destino eterno. ... ¡O formidable pecado , que tienes á Dios por testigo que te acusa , y por juez que te condena , excluyéndote de la glo- ria , y destinándote á una pena interminable! ¡O pecado, que ciegas á los deshonestos , para que no vean el sol de justicia Christo, que los ilumina : la santidad de su ley , que los di- rige: los vínculos del parentesco , que los contiene ; y los res- petos del santuario , que los santifica! ¡O pecado , que en- sordeces al deshonesto en tanto grado que ni oye las palabras mas dulces , ni escucha las expresiones mas tiernas , ni atien- de las reprehensiones mas severas, ni se enmienda con los cas- A tigos mas rigurosos! ¡O pecado , que desestimando las ¡lus- traciones del cielo , las amonestaciones de los confesores , las declamaciones mas vehementes de los predicadores, las pro- videncias mas executivas de los superiores , apartas el corazon de Dios, y le entregas 4 una conducta réproba , agena no solo de un christiano , pero de qualquiera racional! ¡O peca- do , que destruyes los reynos, arruinas los pueblos , aniqui- las las-casas , corrompes los cuerpos, y condenas las almas! ¿Serás acaso algun juguete , alguna bagatela , alguna friole. P2 TARTA A a ar l ARI a