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rines ecc A - a ra ConTra LA DEsHONESTIDAD. 113 nos juzgará con' toda rectitud quando comparezcamos en su juicio. Está determinado , decia el apóstol san Pablo , que to- dos salgamos de esta vida por la puerta de la muerte , y sea- mos presentados delante del tribunal de Jesuchristo, para lle- yar el premio ó castigo que corresponda á nuestra virtud ó á nuestros pecados : Statutum est hominibus semel mori ; post hoc autem judicium (a). Pero aunque todos los pecadores de- bamos tener por juez á Jesuchristo Dios y Hombre verdade- ro , los deshonestos le tendrán , no solamente por juez, sino tambien por testigo. Así lo afirma con terminantes palabras el profeta Jeremías , quando dice : Pro eo quod fecerint iniusti- tiam in Israel, et. moechati sunt ín uxores. amicorum suo- rum... Ego sum index , et testis (b). Porque cometiéron en Israel la enorme injusticia de haber adulterado con las muge- res de sus amigos , yo soy , dice el Señor , su juez y su testi- go. ¿Lo habeis oido , jóvenes lascivos? Dios fué testigo de yuestras miradas torpes-en los bayles nocturnos , en vuestras rondas escandalosas , y hasta en los pórticos de los templos, quando os dexabais arrastrar por los ojos del ídolo de vuestra desenfrenada pasion ; él fué vuestro testigo: él mismo será vuestro juez , que os sentenciará á que solo veais en el infier- no la espantosa figura de los demonios , la voracidad de las eternas, llamas , la obscuridad perpetua de aquel hediondo ca= labozo : Per que peccat quis , per hac et torquetur (c). El señor Dios vió con sus mismos ojos , ó doncella impura, aque- llas acciones indecentes que contigo misma y «tus amigas exe- cutaste , y como juez justísimo te sentenciará átocar en el in- fierno el fuego, devorante , las cadenas eternas y los grillos sempiternos , que oprimirán para siempre tus pies tan sueltos (a) D. Paul, epist. ad Hebr. c,1x, v. 27. (b) Hier. C, xxIX. V. 23. (c) Sap. <. xt. y. 17. TOM. 1, P

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