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(815 la sumision al Director espiritual , del que jamás ca reció , es bastante indicio, que nada hacia ni resol vía sin su dictamen , aprobacion , y noticia. El Con- vento de Capuchinos, es testigo de mayor excep» cion de su exáctitud , y fervor en los exercicios ans nuales., con que edificaba a aquella Comunidad Re- ligiosisima , haciendo en ellos la confesion general del año , que aconsejan los misticos , y encarga en su Eclesiastico Imstruido , el Doctor Don Thomas Ortiz de Garai,Canonigo,y Dignidad que fué de esta Santa Metropolitana Iglesia. (1) Los que hizo enel año pasado de 1780. tuvieron la singularidad de sentirse en. €llos movido con eficáz impulso, para disponer una confesion de toda la vida , persuadido ,como dis xo a su Director , que aquellos eran los ultimos exer- cicios , que haría. No digo tuviese revelacion , que: no la tuvo , si que supo-aprovecharse de aquella, extraordinaria. inspiracion , que el Señor le conce dió. : ¿ Qué excusas , qué razones, qué motivos ex pondrá un Eclesiastico , y mucho menos ua Canoniw go, para eximurse del uso de estos medios tan utiles , como importantes? El exemplo de V..S. £: sobra, para convencer de pretextos las razones , y alegatos', que expongan, para dispensarse de ellos. No son tan sus L per- O 1) Dia 10. $. 1.1. 238. fol. 2 E sed