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(74) cado mortal destruye la caridad, y €3-con ella incom- patible ; si de la venial, o del hábito de cometer al. guna culpa levé ¿en el qual voluntariamente se:con» servasin'hacer por destruirlo. Tiemblo: , Himo. Se- ñor , dé las sentencias de los Santos Padres, y testi. monios dela Divina Escritura, que esto nos enseña, El Padre San Bernardo nos habla asi : ,, Nadie diga y en su corazón leves, minimos, y veniales son los ,, pecados, que cometo, no cuydo por eso de enmen- 5 darlos: no gravo mi conciencia si en ellos permas ¿y nezco. Esta esimpenitencia. Esta es una blasfemia ¿, contra el Espititu-Santo : blasfemia a la verdad 1r- ¿, remisible.“ (1) El mismo Jesu-Christo nuestro Dios confirma esta verdad con la formidable senten= cia que dió 4 San Pedro, quando éste se excusó de que le lavase los pies. Si non lavero te ,. non habebss partem mecum. Pedro ,'si yo no te lavo los pies ¿10 tendrás parte conmigo. Estás en gracia : no tienes pes eado mortal alguno eres justo en mi presencia ; pero con todo, el polvo de tus pies ,los pecádos vemiales, en que te hallas impiden no póco para la participas cion fructuosa de los misterios, que he de celebrar; y si en ellos persistes , si rehusas enmendarlos, non ba- be- A——— (1) Nemo dicat in corde suo levia sunt , non curo corrigere: non est magnum si bis manecam venialibus, minimisque peccatis. Hec cs impanitentia >» hac blasfemia in Spiricum Sanctum, blasfemia irremisós bilis. S. Bernard. serm. 1. ¿in conv. S. Paul. n. 5.