BCCPAM000538-2-09p3d000000000

(4) de morir; 0 despues de esta vida nada tuviesen que temer de males, ni que apetecer de bienes. EHlos, poniendo su corazon en la tierra, y dando gusto á su carne , siguen las Leyes del Mundo , Se regocijan en cosas pesimas ; anían la mentira , Siguen la vanida: miran con horror la Ley de Dios , aborrecen; y aun persiguen la virtud , comen , rien, y se alegran dan- dose prisa para ello , porque mañana; 6 el siguiente día se les han de acabar con la muerte los deleytes en- gañosos; que tantó amañ. -. A estos tan diversos modos de obrar Justas y Pecadores en la vida, corresponden despues suertes muy contrarias en la muerte. El Justo , que temiendo A Dios, y amandole sobre todas las cosas, huyó del pecado , siguió la virtud, observó la Ley, cooperó a la gracia, y Hlenó sus obligaciones, quando es ocu- pado de la muerte , lexos de entristecerse, se rie, se alegra, se regocija. Ela es preciosa en: la Divina aceptacion : ella es el termino del llanto, del dolor, y del trabajo , y principio del gusto, del descanso , y de la alegria verdadera; y por ella el Justo, cuyó merito fué desconocido de los hombres, y muy gran- de ante el Juez oculto, y escondido , es introducido en el gozo de su Señor, es computado entre los hijos de Dios , y su suerte es entre los Santos del Cielo. No asi los Impios , no asi, dice el Espiritu Santo : Estos que viviendo , rompieron el yugo de la Ley, y sa- qudiendolo de sí , dixeron: no quiero servir a Dios, des-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz