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a 224 PS Pe nv A a e TAS ed qe E IAS MN dd e + Es A a a A e dE y E Ea) + e. nd E RE Es Es 0% e de Pio O > A > a EE 1 j ed dias XXVII — - Tus manos asemejan lirios del valle, Y es gentil y gallardo tu airoso talle Más que el delgado tronco de la palmera Que verde da á los vientos su cabellera. Tu aliento huele á nardos, rosas y lilas; Como dos soles negros son tus pupilas; ¡Ay Pastora, Pastora de mis amores, Flor la más peregrina de entre las flores! ¡Qué hermosa eres! ¡Que hermosa eres! ¡Oh, Tú, la más hermosa de las mujeres! « Xx. Díme dónde apacientas tus ganados, Dónde descansas por la ardiente siesta; Díme en qué carrizales embreñados, En qué valles profundos y callados, En qué umbroso pinar, ó en qué floresta. Dímclo, Pastora mía, Luz del día, Dímelo por compasión; Mira, azucena entre abrojos, Que tus habladores ojos Me han llagado el corazón. Muéstrame, por quien eres, el camino Que lleva á tu cabaña: no, en mal hora, e lle MN, Y E. A" $ pa a A A os ESA, da de E : - . « ; > > e o six. Y] A e EI % 00, pe

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