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— 173 — Va con bastante frecuencia; Y en la misma temporada Que fray Diego allí se encuentra, Un día que los cartujos Para predicar lo esperan, Permiso pide al vicario, Del guardián por ausencia, Para marchar por la tarde Con el lego que eligieran Á pernoctar de Cartuja En la vasta residencia. El padre Diego de Cádiz De nada de esto se entera; Mas algo extraño presiente, De fatales consecuencias, Cuando él, tan abstraído, Que nunca en nada se mezcla, Él, que jamás hace á nadie Ni la objeción más pequeña, Él, que solamente dice Lo que dicta la obediencia, Y sólo sabe el camino Que hay desde el coro á su celda, Marcha á buscar al vicario, Instado por voz secreta, Y ...—Padre, —exclama resuelto,— No mande su reverencia PS a A A Ar ed, ER y ee VIA