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á la obra e corte. enaturalista» en E - - que delata su aparición en la pública de paa 3 - letras. - Otra ventaja tiene, que no es poco tener en los tiempos que corren: la purísima moral que -—Impregna Sus páginas. Leer en él (y permíteme » 0 y Le Ed PES el ds 0 a NN > 8 , sp .que me valga de la manoseada manera de de- 3 -cirlo) es beber en copa de oro: pero no ya el a veneno, que parece ser la bebida obligada de 3 - esas copas; sino el adobado vino que engendra a E virgenes, como vino que es de «la interior bo- E di it - dega del Amado»; bebido una vez el cual, «ya E cosa no se sabe y el ganado se pierde que an- E tes se seguía.» | qe Ni escasean en el Romancero... mas ¿á qué PSA Tú mismo, pues á bien que note faltan, sino antes te sobran, alcances, habrás de ; -ir recogiendo cuantas bellezas te saldrán al paso DS en su lectura, que á fe no serán pos ó no en- 4 tiendo de estas cosas palotada.. 2 Y, alzada, lector querido, li cortina por. mi j $ E lo pecadora, puedes pasar adelante. ¡Ah! se S -me olvidaba. No vayas á formar idea de toda 3 la obra por la primera composición que en ella z figura, y que lleva por nombre Una. tarde en 3 S : Capuchinos. Pobre de mí, no hePeer dejar . ; des AS á d + - E E A A ii m aE AS

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