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DIA 14 VISPERA DEL DE RETIRO. SN ácion, y cuan pocos'lo s que arreglan su vida segun ella! Se afana , se fatiga, y.no se pierde ocasion por los intereses de este mundo: y todo. es descuido y tibieza para alcanzar los bienes del Cielo. Se pone el mayor cui- dado por aprender una facultad, un oficio, y se hacen las mas vivas diligencias para obtener un empleo; pero la salvacion , que es nuestro único negocio, se echa en el mayor olvido. Por tanto arroja de tí este espíritu de tibieza, y emprende con fervor el camino de la virtud: estas resoluciones sacarás del dia de Retiro, y considera que dice el Espíritu Santo que el tibio es aquel campo del hombre perezoso (Prov. 24. 30, ) que todo está lleno de ortigas, esto es, indómitas pasiones: el tibio está lle- no de espinas é innumerables defectos, que todos los dias comete, y de una contínua serie de pecados; admi- te, sin cesar los afectos del mundo y arroja de sí las ideas de Dios y de salvacion , el es como una heredad de pie- dra3, que no dejan producir las virtudes: el que está do- minado de la tibieza es aquel javalí y singular fiera de que habla David (Salm. 79. 15,) que despedaza su alma y la despoja de la hermosura de la santidad ; de manera que comparándose ahora con aquellos dias de fervor, se horroriza al contemplar la diferencia que hay: es tan lastimoso este estado de tibieza, que-dice el Señor que al tibio lo arrojará de sí (Apoc. 3-16.), porque le desagra- dan mucho aquellas faltas que continuamente comete, y por la flojedad con que anda en el camino de la virtud, Por tanto alma mia pon todos los medios para apartar de tí este abominable vicio ; estos son la viva diligencia en practicar con el mayor fervor los actos de virtud, con la gracia del Señor. Ka este Retiro experimentarás los auxilios soberanos y fuego de su amorosa asistencia: apro- véchate de todo cuanto el Señor te comunicare para que seas fervorosa. Asi como la leña sirve para mantener el fuego y que no se apague, asi-en el Retiro experimentarás el fuego divino, para que arrojaudo de tí el yicio de la tibieza, te inflames en la llama de una feryorosa caridad: