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DIA 15 DE RETIRO. a5 ma naturaleza pide vivir eternamente, porque no:consta de partes, que se deshagan ni corrompan ; tiene sus fun= ciones espirituales, relativas á sus tres potencias, memoria entendimiento y voluntad, la habeis criado, á vuestra imagen y semejanza, por su entendimiento y voluntad. Son dignos de la mayor. compasion y lástima aquellos hombres que viven como los brutos, y aun es tanta su ce- guedad, que se atreven á decir que no se distinguen de ellos, sino en el vestido. ¡O ceguedad lamentable ! Hom- bre, abre los ojos, considera que un bruto en un verde pra- do se balla paciendo, hollando tanta multitud de prodi- gios, sin reflexionar en ellos , y tú puedes sacar grandes y admirables consecuencias, meditando sobre la econo- mía de las yerbas, de las flores, y de tanta multitud de insectos como se alimentan en él. Nuestra alma se eleva al conocimiénto de las especies y de la naturaleza de las cosas; advierte sus obligaciones de merecer y desmerecer, tiene inteligencia del bien y del mal, y de sujetarse á la ley, que el malo debe ser castigado, y el bueno premiado. Por tanto, esta alma la debemos emplear en aborrecer al pecado, y amar á Dios que la crió. Este es el fin del hombre sobre la tierra, y el colmo de todas sus felicida- des. Asi le manifestó el Señor al pueblo de Israel su vo- luntad: Mandando que le amase con todo su corazon, y con todas sus fuerzas. Grabareis estas palabras en vues- tros corazones ; las enseñareis á vuestros hijos; las ten- dreis presentes cuando durmiéreis y cuando despertáreis; las meditareis continuamente en vuestras casasy en vues= tros viajes ; las atareis á vuestras manos; las grabarcis en las puertas de vuestras casas, y las llevareis escritas en vuestras frentes. Asi con esta soberanía mandaba el Señor á los israelitas el amor que debian tenerle. El nue- vo Testamento da á este mandamiento una nueva fuer- za: Jesucristo habla de él con mayor energía que Moi- sés. Ya dice que es el primero y principal precepto de la ley; ya promete la vida: eterna al que lo observa : en Olra parte nos manda: amarle basta sacrificarle loque LL

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