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pk E dl ñ 12 MES DE ENERO de tentaciones contra esta virtud. Y confesemos á Jesu- cristo y á su Santísima Doctrina delante de todo el mun- do, sin reparo niaguno:, pues ha dicho el Señor, el que confesare mi Fé delante de los hombres, yo lo confesaré por mio delante de mi Padre celestial. (Marc. 8. Luc. 12.) Y por el contrario, el que negare á Jesucristo, tampoco el Señor lo reconocerá por hijo. Virgen soberana, alcan- zadnos del Señor esta Fé y la confesion de ella. Alcan» zaduos tambien todas las virtudes, para conseguir la vi- da eterna. Ási sea. CONSIDERACION II. Del Patrocinio de Maria Santísima como Reina. Considera como nuestra Madre la Santa Iglesia , siem- pre gobernada por el Espíritu Santo,-en la Antífona Salve Regina, entra saludando á Maria Santísima nues- tra Señora con el título de Reina, el cual pertenece á esta gran Señora por ser Madre verdadera de nuestro Señor Jesucristo, Rey de los Reyes y Emperador univer- sal de todo lo criado; y en las Letanías de la misma Se- ñora la llama la misma Santa Iglesia: Reina de los Ange- les, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas, Rei- na de los Apóstoles , Reina de los Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, y Reina de todos los Santos: y repetimos muchas veces que como Reina rue- gue al Señor por nosotros, que estamos cercados de tra- bajos innumerables en este miserable destierro. Sí, Soberana Reina de los Angeles y de los hombres, de los Cielos y de la tierra, dirige tu amorosa vista so- bre estos vasallos desde vuestro altísimo trono, y socor- rednos en todas nuestras necesidades, asi espirituales co- mo temporales. O Maria, tú reinas con Dios en su reino; nosotros aun estamos en este miserable destierro; tú estás ea el reino de los triunfos, nosotros en el campo de ba- talla; tú estás rodeada de suma felicidad , nosotros cami-

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