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348 MES DE DICIEMBRE biera: sido precipitado el pecador, como lo fueron lo+ malos Angeles, si Dios por su misericordia no le hubiese aguardado á que hiciese penitencia; pero que si no la hace, será pronunciar contra él este terrible decreto: Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno. (Mat. c. 10.) El 5.es la multitud de beneficios que el pecador ha recibido de Dios, de los que se ha servido para ofenderle , como se lamenta por boca del Profeta Isaias. ( c. 45.) El P. San Bernardo (Serm. 3. de S. Andr. in fin.) para mover 4 un pecador á penitencia , le dice: Aflígete de que has ofen: dido á tu Criador; mas y mas, porque has ofendido á tu Padre, y á un Padre que hace servir para tus necesidas des el curso de los astros, la fecundidad de: la tierra, la abundancia de los frutos éc. 81c. El 6. la afliccion de Jesucristo: el pecado fue quien le redujo 4 la agonía en el monte Olivete: el que le hizo sudar sangre; el que le azotó en el pretorio de Pilatos; quien le coronó de espi- mas; quien le clavó en la cruz, y quien le hizo morir; y como dice San Pablo, los pecadores renuevan estos tor= mentos todos los dias con sus crímenes cuanto está de su parte. (Hebr. c. 6.) El 7. la fealdad del pecado: el cap. 18. del Deuteronomio le llama una abominacion ; en el Salmo 18. una execracion; el cap. 2. de Micheas unas inmundicias ; el 1. de Sofonias una basura: el 21. del Eclesiástico una culebra; el cap. 13. de la Epístola á los Romanos la obra de las tinieblas: Saa Juan (1. cap. 3.) la obra del diablo; San Pedro compara á una alma que está contaminada con el pecado, á un cerdo, El 8. esla enormidad del pecado, el pecador hace mas aprecio del diablo que de Dios, pues deja el partido de Dios para unirse con el demonio. (Tertul. lib. de Pent. cap. 5.) Aun hace mas: el pecado quisiera destruir 4 Dios y aniquilarlo cuanto está de su parte, Quisiera robarle sus atributos: quisiera que no le viese, y de este modo le ro- ba su ciencia; ó que no le castigase, y asi le roba su jus- ticia; Ó que no pudiese castigarle, y asi le roba su po- der; ó formándose un Dios ciego, injusto é impotente,