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e, > ITA p ' ' " (XXXIV) si muriera yo por tí! Ay de mí Sc. Tu prision la causó mi libertad; pues sin razon me arrojé tras la maldad, y sin lealtad por un gusto te perdí. Ay de mí éxc. Tus heridas, azotes y bofetadas fueron dadas por mis manos atrevidas, y sufridas, manso Cordero, por mí. Ay de mí éxc. Tu corona tejieron mis vanidades, y tu persona llevó todas mis maldades, y tus bondades cantaré diciendo así: Ay de mí 8rc. Las espinas traspasaron tu cabeza, y en esas minas hallo mi mayor riqueza; pues con largueza diste tu sangre por mí. Ay de iní éxc. La amargura de tu boca aheleada fue dulzura de mi alma relajada, y pagada la fruta que yo comí, Ay de mí 8rc, Son tus manos, tus pies y costado abierto, dulce puerto donde nuestro bien hallamos, é inbumanos no ños mueve el verte así. Ay de mí ázc. Los baldones, las afrentas tan sin cuento, son blasobes de mi alma y mi contento; solo siento que yo te los merecí. Ay de mí étc. Buen pastor, buscas la oveja perdida, pues tu vida la ofreciste por mi amor. Gran dolor tengo , porque te perdí, Ay de mí 8zc. Los dolores de tu Madre dolorida z son amores ofrecidos por mi vida, Ay Madre afligida si muriera yo por tí! Ay de mí 8zc. Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal. Ten misericordia de nos- Otros. OREMOS. Dios O:innipotente, á quien pertenece siempre, y es pro- pio tener misericordia, y