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DIA l4-VISPERA DEL DERETIRO. 321 preceptos,-te tiene reservadala gloria eteraa. Ducarh cam ad solitudinem, et loquar ad cor ejus. (Osex.) Que es tu pastor, y te guardará de los lobos sangrientos que quie- ran devorarte; pero mira que debes oir su voz como fiel oveja, la que te dice que no comas los pastos ponzoño- sos de las culpas, sino los pingijes y saludables de la gra- cia. Tú te ves oprimida con el peso de la culpa, que te inclina al mal desde tu 'hacimiento, (Sap. 9. 15. Ámbr. lib. 2. de Abra. 18. Gen. 8. 21.) y necesitas para obrar lo bueno de los auxilios divinos, que te iluminen y te fortalezcan , y.en ese Retiro:lo encontrarás todo , si tú pones de tu parte.cuanto puedas. ÁAprecia pues este don de Dios que te concede, y aprovéchate de él. Pero mira, alma mia, que si no te aprovechas de este dia de Retiro, y eres ingrata, experimentarás, como trai- dora á sus beneficios, los rigores de su justicia, y te con- denarás; y asi debes mirarlo con tanta. atencion y serie- dad , como si fuese aquel auxilio en que pende tu salva» cion, y como si fuese el último; y aqui debes considerar una verdad de nuestra. santa y augusta Religion, que nos debe estremecer y hacer muy vigilantes, esto es, de cor- responder ó «no: corresponder á un auxilio de la gracia pende nuestra salvacion ó-condenacion; porque Dios tie- ne determinado en sus eternos decrétos que, correspon- diendo la alma á aquel auxilio, el Señor como premio de aquella correspondencia le da otro, y despues mas y mas gracias; y asi consigue su:salvacion: con este admirable comercio ; pero si no corresponde á aquel auxilio prime= ro:, el Señor retira: sus gracias como en castigo de su in- gratitud y mala correspondencia; con esta ausencia ó fal- ta de la gracia, se va la alma endureciendo mas y mas, y asi se condena. Para evitar esta lastimosa dureza debe- mos mirar este dia de Retiro como si-en estos auxilios y gracias pendiese nuestra salvacion. La salvacion está entre Dios y nosotros, Dios nos ayuda con su gracia, y nosotros con nuestra cooperacion á: ella. Correspondamos pues al Señor , que nos llama. o 40