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y A A 3 < : mm Í 5 A y nl 308 MES DE NOVIEMBRE como dice San Agustin. Debemos pues crucificar nuestra carne: crucifixion ó morúficacion no es otra:cosa que dar muerte y crucificar nuestros deseos desordenados , apar= tarse de todas las ocasiones de pecar, y llevar continua- mente la cruz de Jesucristo, porque el que no toma su cruz y le sigue, no es diguo del Señor. Tomemos pues la cruz, y caminemos con: ella hasta entrar en la gloria: Jesucristo es la cabezá y nuestro maestro, y padeció indecibles: penas: el cuerpo: y sus discípulos se han de conformar con su cabeza y con su maestro : en el Evanz gelio se habla de afrentas, tribulaciones y amarguras, y asi nosotros no debemos pensar en regalos, honras y de licias. San Pablo.dice : (Ad Felip. 2,) Si padeceis con vues- tro Redentor , sereis glorificados con él : si: os conformais á la semejanza: de su muerte , párticipartis de la gloria de su resurrección. S. Agustin dice: (in Ps. 55.) La cabeza fue despreciada, ¿y los miembros no han de apetecer sino buscar la gloria? Arrogante temeridad querer lograr un fin que no consiguio nuestra cabeza , sino por los dolorosos medios que repugna el cuerpo. Jesucristo no: tomó el in mortal asiento de su gloria , dice el P. San Bernardo, (Ta lilud ecce uos relequi ) hasta haber concluido la penosa obra que se le babia encomendado por su Padre, hasta haber bebido el caliz de muchas amarguras, ¿ Y el hom= bre quiere sentarse: en su misma gloria sin gustarlo? Je- suctisto vino á servir, no á ser servido: no tuvo en don- de reclinar su cabeza... ¡O insensatos L..:. Es: preciso to- mar la cruz, y seguirlo: nuestro premio está en padecer imitando á Jesucristo: con nuestro sudor, con nuestros trabajos se gava el reino de los Cielos , y se come el pan de los Angeles, El marinero que intentase descansar en la mayor altura de un mar tempestuoso , sería tenido por vu hombre loco. Aqui en este mundo no hay que pensar en descanso, sino en trabajos: es un mar siempre inquie- to Sc. Mas el Señor, lleno. de bondad hácia nosotros, pa- ra atraecnos asi, y hacernos dignos de su gloria, se vale de ellos : de las persecuciones, de las calumnias, de las

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