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964 MES' DE OCTUBRE mente felices, y aunque nos hagamos sordos á sus clamo- res, nos espera sentándose como en el pozo de Sicar para esperar 4 la Samaritana, ó paseándose en nuestros pórti- cos, como en el templo de Salomon, para perdonarnos y darnos sus bienes infalibles. (Joann. 10.) El P. San Am- brosio dice que el Señor está en contínua espera de nues» tros gemidos para librarnos de evernos lamentos. (Lib. 1. de penit. C. 4.) Pero si nosotros resistimos'4 estos amorosos llamamien- tos, y no nos aprovechamos de-la bondad del Señor en esperarnos con los brazos abiertos para la misericordia, nada tendremos que responder á las terribles reconven- ciones que nos haga el dia tremendo del juicio: el Señor ya ha justificado su causa en aguardarnos para-la. peni- tencia, y en proporcionarnos este dia de Retiro; y será mayor nuestro castigo. por haber malogrado-estos dias de salud, y no habernos aprovechado de sus bondades. Es- ta fea ingratitud es un pecado horroroso; irrita mucho al Señor el desprecio de sus beneficios, y parece un pe- cado que no tiene perdon, y que es como necesario un nuevo milagro. y nuevo esfuerzo de la gracia y miseri- cordia del Señor para perdonar tan monstruosa ingrati- tud. El Profeta Daniel dudó si Dios perdonaria los pecar dos de Nabucodonosor , sobre lo que dice el P. S. Juan Crisóstomo (Lib: de Rep.-lapsi ad Theod. ) «que dudó el Profeta porque habia sido un ingrato, despreciando, los beneficios del Señor. La ingratitud , dice el P.cS. Bernar- do. (Serm. rg. in-cant. ) es la gran maldad; que seca las caudalosas fuentes de la misericordia del Señor. ¿Cuál se- rá nuestra consternacion cuando se abra: á nuestra pre- séncia el Jibro del Cordero, (Apoc. 13.18. ).en el que estan escritos los beneficios que el Señor nos ha becho, y el sacrílego desprecio que hemos hecho de ellos? Nos ve- remos en la desesperacion mas violenta, obligados á co- nocer en nuestra condenacion la justicia de Dios, y la equidad infinita de sus juicios, mereciendo por nuestra ingratitud este castigo; Justus es, Domine , eb rechum

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