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260 MES DE SETIEMBRE ma el Patriarca bendito Sr. San José. Las virtudes prac= ticadas en la vida traen el consuelo imponderable en. la muerte. Si José se llama Justo en el“santo Evangelio; como caracter propio suyo, es porque siempre, desde que fue concebido, fue santificado en el vientre de su madre, por fines mas admirables que Jeremías y-el Bau= tistaz porque siempre trabajó en conservar su alma libre de pecado, y lo consiguió por' la gracia de Dios. José habia gozado casi 29 años de la presencia de Jesus, y al- go mas de Maria, hasta que llegando el tiempo de des- cubrirse el Salvador al mundo, sintió José tambien que se acercaba el fin de su vida. ¿Cómo 'entraria, esta'alma en los Cielos? ¡Cuán adornada de virtudes adquiridas en compañía de Jesus y de Maria ! Procuremos nosotros tam- bien en adquirir un tesoro de virtudes en la vida, para que tengamos la muerte dulce de los justos en compañía de Jesus, de Maria y de José.-Asi sea. CONSIDERACION IL Del recogimiento del Patriarca Sr. San José, y siguen los medios con que se conserva y. aumenta la Fé de Jesucristo. Considera aquel grande recogimiento de nuestro Santo Patriarca, abismado en la contemplacion de aquel Dios y Hombre, 4 quien criaba y mantenia. Siempre estaria endiosado- y fuera de este mundo, abrasado en el amor divino: estaria José con el Niño Dios «en :sus brazos, ttas- pasado con las flechas de la mas ardiente caridad, pene- traria aquel fuego soberano toda su alma; y la transpor- taria 4 las delicias de la gloria; alternarian sin duda los incendios dé Jesus y de José, volcanes con volcanes, de manera que el Patriarca Sr. San José con estos transpor- tes no podia llamarse habitador de la tierra , sino ciuda- dano de la casa de Dios; siempre recogido, siempre pen= sando en Dios y en su Esposa amabilísima. Imitemos