BCCPAM000537-7-10000000000000

DIA 15 DE RETIRO. 255 temido y temeremos vuestros juicios; y para evitar vues- tras justas venganzas sobre nosotros pecadores, no hallo otro medio que vuestro santo temor : este temor nos ha- rá arrepentirnos de nuestros pecados, y que conserve= mos el tesoro de la gracia , que, como dice San Pablo, lo llevamos en vasos muy delicados y frágiles; y por eso dijo San Bernardo * (Serm. 54 in cant: ) “He conocido y claramebte que no hay: cosa tan eficaz para alcanzar +lacgracia divina, y para conservarla, y. para recobrar- »la, si se:pierde, que temer á Dios y no presumir-de sí, »'segun aquello del:sabio bienaventurado>el varon que » Vive” siempre en santo temor, porque , como dice la »winisma Escritura divina, el temor de Dios hace huit » del pecado, y hace queel hombre en nada se descui- » de, ( Prow: 28, Ecc. 1.)» Vivamos pues con el santo te- mor de Dios para entrar'en la gloria. Asi sea. € Para este fin el Señor nos ha dado 'una alma"inmortal: el hombre siente en sí una propension irresistible al de- seo de la felicidad : en todo la buscamos sin cesar , y ja- mas/14 hallamos en ningúno de los bienes que nos rodean, _ pues esta inclinacion-del hóombre:no puede quedar falli- da sino por su culpa: y asi solamente Dios, su gloria, y su eternidad es la que puede saciar los infinitos deseos del hombre. Digamos pues con San Agustín : Señor , nos habeis hecho para vos; y nuestro corazon está inquieto hasta que descanse én vos. Ási sea. El amor de Dios es el que nos abre las puertas de la gloria, y para amar á Dios es preciso la observancia de todos sus preceptos, y que adornemos nuestras almas con virtudes sólidas y verdaderas, que las hagan sus bijas y heredetas; y mientras el hombre no viva de esta mane- sano ama á Dios ; y, como dice San Juan, sino le ama, permanece en estado de muerte , y de consiguiente es un cadaver delante del Señor. Esta es una muerte espantosa y fatal precursora de la muerte eterna, cosa que debe estremecer 4 'tódos los que no aman 4 Dios. Por tanto, amemos 8 Dios: por el bien de nuestras almas; clavemos e EI SSRi MEN g á pr E E A e ' N |