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pia 15 DE RETIRO. 953 desarmemos 4: Dios con la penitencia, seamos agradeci- dos 4 nuestro Señor Jesucristo, que tanto ha padecido por nosotros, vivamos en la santidad para conseguir la gloria. Asi sea. PUNTO ll. * Fruto. El santo temor de Dios 8zc. * Sacaré por Fruto de este Retiro el santo temor de Dios. Este temor no es otra cosa que temer ofender á Dios, por ser digno de ser amado sobre todas las cosas: este temor me hará apartarme de las ocasiones de ofenderle ; y co= notiendo mi flaqueza, no me pondré á peligro de que- brantar su santísima ley: este temor me hace tener la esperanza de conseguir la gloria con la gracia y asisten» cia del Señor , cumpliéndose la doctrina de San Pablo á los Filipenses , (2.) á quienes dice: obrad vuestra salud, esto es, vuestra salvacion , con temor y temblor , que es lo mismo que decir : haced obras buenas, de suerte que con ellas os hagais dignos de la vida eterna, con temor, conociendo vuestra flaqueza, y pidiéndole al Señor su asistencia. Pidamos pues al Señor su santo temor, que él nos abrirá las puertas de la gloria. Asi sea. PUNTO TIL. * Propósitos. Juzgarnos ahora con rigor, para que despues no seamos juzgados. * Señor, os prometemos juzgarnos ahora con rigor para que despues no seamos juzgados , esto es, haremos verda- dera penitencia de nuestros pecados, y procuraremos sa- tisfacer por ellos; y entonces no temeremos vuestro jui- cio, que será terrible para aquellos que no se han juzga- do antes de morir. Lloremios pues nuestros pecados, y pongamos nuestra alma en gracia de Dios, que sobre una alma que está en gracia de Dios recaen muy bien las penitencias y mortificaciones; y si no podemos practicar aquellos ayunos , aquellas disciplinas, aquellas abstinens