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DIA 15 DE RETIRO. 2209 para que'os sigamos: Favorecednos , Señor, para que si- guiendo vuestra enseñanza, no os perdamos de vista has- ta entrar en la gloria. Asi sea. PUNTO V. * PETICION. Da nobis, Domine, auxilium de tri- bularione, quia vana salus hominis Ec. (Salm. 107. 13.) Dadnos , Señor, socorro en la tribulacion , porque es va- na la salud del hombre. * O Dios omnipotente, Padre de las misericordias, os pedimos vuestra asistencia y socorro en toda tribulacion. ¿Y 4 quién hemos de recurrir sino á vos? porque de los hombres no hay que esperar, sino unas palabras vanas, que prometen pero no socorren. Solo vos sois el que po- deis socorrernos y sacarnos de los apuros en que nos ha- llamos. Asi lo cantó el Real Profeta David, cuando dijo: (Salm. 31. v. 1.) Vos acudis á mi consuelo y remedio en medio de las mayores tribulaciones, para que fijando en vos mis ojos, vea que no apartais de mí los vuestros en el tiempo de la afliccion. Hagamoslo asi siemp re, y no nos apartemos del Señor hasta entrar en la gloria. Asi sea. Para este fin ha sido criada nuestra alma: es necesario que reconozcamos en nosotros esta alma, y que es un punto de reunion de todas las percepciones que nos vie= nen por los sentidos para que se hagan las comparacio- nes, que de otra manera es totalmente imposible el ha- cerlas, y asi es imposible que se hagan en la materia que consta de partes divisibles; pues estando una sensacion en una parte y otra en otra parte jamas se podrian reu- nir para las comparaciones, y asi es absolutamente nece- sario , que se reunan en una sustancia que no tenga par- tes, y esta sustancia es el alma, que es simple, indivisible, eterna. ác. Que suspira por su naturaleza volar 4 la mansion de la gloria, y en este mundo comienza ya á lograr alguna participacion de aquellos soberanos gozos , cuando se ba-

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