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226 MES DE AGOSTO tar al inocente Jesus, sino que tambien ordenó que pu- siesen sobre su cabeza una corona de setenta y dos agu- das penetrantes espinas, y de esta manera vestido por es- carnio de una púrpura y con una caña en las manos, con las llagas de los innumerables azotes, y con las setenta y dos fuentes de sangre que le abrieron en su santísima ca- beza las espinas, presenta Pilatos al pueblo para moverlo 4 compasion y les dice Ecce homo mirad este hombre, que no parece hombre, por estar todo desfigurado. Aqui es tratado el Señor de los Cielos y de la tierra como rey de burlas : unos le decian con escarnio Dios te guarde, Rey de los judios, dandole muchas bofetadas en el rostro co- mo dice S. Juan (19.-3.) otros le burlaban como á rey fingido con donaires risudas y apodos, otros hincaban la rodilla delante del Señor y con las mismas burlas le da- ban la enorabuena del reino, otros le escupian , otros le tomaban la caña, y le daban con ella en la cabeza, y otras mil burlas de su sabiduría y santidad. Considera, ala mia, que esta fue la primera corona de espinas que se vió en el mundo sobre cabeza.humana , y la primera caña que sirvió de cetroá rey; y corona y cetro tan estra- ños y tan crueles y vergonzosos vinieron á estrenarse en la cabeza que distribuye y reparte las coronas á los Re- yes, y en la mano que da los cetros á los Emperadores y Monarcas del mundo. Este duro tormento que padeció el Salvador de los hombres, nos debe acordar los fatales efectos y horrible transformacion que hace en nosotros el pecado, porque de hijo de Dios hace al hombre escla- vo del demonio; de imagen del Señor por la gracia le transforma en bruto monstruoso ó espíritu infernal; y de heredero del Cielo en reo de eterna condenación. Árro- jemos de nosotros semejante monstruo con la penitencia. El hombre por la gracia santificante se hace hijo de Dios, su imagen, y heredero de las promesas eternas: San Basilio y San Agustin dicen que lo mismo es Dios para la alma, que la alma para el cuerpo; y asi como la vida del cuerpo es el alma , la vida del alma es Dios; y