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DIA: 15 DEL. RETIRO. 905 que cuanto nos rodea; aquella inquietud 'en el goce de lo presente, y fastidio en la continuacion de las cosas de este mundo ; aquella actividad que nos arrebata á lo por- venir, y aquella sed insaciable de lograr una reputacion que nos sobreviva; todas son pruebas de que nuestra al- ma escapará de la muerte, y jamas se verá confundida con las criaturas inanimadas. Trabajemos para conseguir la gloria. El amor de Dios nos conduce allá, y pone dulce y suave el camino. Al que ama á Dios, todo le es facil, to- do lo supera, todo le es agradable, y se juzga feliz en medio de los acontecimientos del mundo, con tal que conozca que su conciencia nada le arguye : si experimen- ta la pérdida de riquezas, de su honor y de los amigos, ofrece al Señor, en el altar de la paciencia , unos sacrifi- cios, que-le dan: mayor gozo, que le podia dar todo el mundo entero. Conspiren contra esta alma, que ama á Dios, mil enemigos; aflíjanle las enfermedades, el frau- de y la venganza; padezca todo género de desgracias; conjúrese toda la naturaleza , y salga todo el infierno con- tra ella; todo es nada, fortalecida con el amor de Dios, y.no hay cosa que pueda perturbarla, sino la pérdida de su union con el Señor: sostenida con la fuerza que le da el amor divino, verá tranquila formarse las terribles tor- mentas; empuñará con mano fuerte el caliz de las aflic- ciones, y lo beberá hasta apurarlo , porque en esto halla su mayor placer, porque asi imita 4 aquel Señor, que ama, y que lo bebió por todo el mundo. Amemos, pues, al Señor para acompañarle en la gloria. Ási seas Salm. 118. U. 40. Bien ves cuanta codicia He tenido en cumplir tus mandamientos: Haz ya que en tu justicia Conserve los momentos De mi vida hasta el fin de mis alientos.

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