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DIA 15 DE RETIRO. 178 con grandes señales de alegría gritaron: ya no necesita= mos de testigos , él. mismo se:ha pronunciado la sentea> cia; y sin detencion y acompañado el divino Salvador de innumerable multitud de ministros, de soldados y de to- do el pueblo, salió de casa de Caifas, y fue presentado 4 Pilatos para que mandase ejecutar la sentencia decre> tada en aquel inicuo tribunal (aqui acaeció la desespera- cion de: Judas) quien le preguntó acerca de las acusacio- nes que le hacian, y Jesus observó un profundo silencio Jleno de misterios; y no encontrando Pilatos los delitos que le acusaban , lo declaró justo, y remitió al inocente Jesus''4 Herodes, 4!quien pertenecia el gobierno de la Galilea, quien le 'hizo varias preguntas, á las cuales: Jesus observó el mismo silencio por causa de los muchos peca- dos de este Rey, y en venganza mandó vestir 4 Jesus de unairopa blanca, señal de un hombre fátuoó loco; y asi lo volvió '4' Pilatos. Este , deseoso de libertar á Jesus de la ¡muerte por no hallar causa en él, tomó otro medio, y fue el decir á aquellos crueles hombres: vosotros en este santo tiempo de Pascua teneis facultad para libertar 4 un reo; veis aí que os presento 4 dos, á Jesus y á Barrabás, Jesus inocente y Barrabás culpado ; y aquellos obstinados cotazones clamaron que diese libertad á Barrabás, y que condenase 4 muerte 4 Jesus. Sentado, pues, Pilatos en su tribunal', lleno de mil dudas y remordimientos de con- ciencia', mandó azotar al Señor. Dulce Jesus de mi alma, ya se ha cumplido lo que estaba profetizado de vos en Isaias: (59. 6.) Entregué mi cuerpo á los que le herian, mis mejillas a los que las miraban: no aparté mi rostro de los que me burlaban y escupian. ¡Ah horrendo monstruo del pecado! por tu causa ha sido el inocentísimo Jesus preso, maniatado , presentado ante los tribunales con los mayores desprecios y baldo- mies', eseupido, acusado , blasfemado, abofeteado , pos- puesto'4 Barrabás con mil injurias y falsedades, y en to. do observa un profundo silencio, sin defenderse, ni man- dar castigos contra los autores de tan horrenda maldad.

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