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164 MES DE JUNIO cienso y mirra , que no solo significaban' 4 la letra lo que los Profetas habian dicho del Salvador, sino que por ellos se figuraba misteriosamente el imperio supremo de Jesu- cristo, su divinidad -adorable y su'sagrada humavidad. Considera á la Sacratísima Virgen María abismada en afec- tos de amor y admiracion, y lo mismo su castísimo Es- poso, al ver á los santos Reyes postrados á' los pies del Niño, ofreciéndole los dones deltoro como á Rey supre- mo ; de incienso como 4 Dios, y de mirra como á Hom- bre. Adoremos nosotros tambien al Señor , y ofrezcamos- le, por el oro una vida pura, por el incienso una fervo- rosa oracion, por la mirra una contínua mortificacion y penitencia. Demos el parabien á la Santísima Virgen y al Patriarca su castísimo Esposo, y trabajemos sin cesar pa- ra conseguir la gloria. Asi sea. | CONSIDERACION Il. De la Humildad de la Santísima Y; irgen , y sigue el 8." testimonio de nuestra santa Fé, esto es, de la conversion del mundo á ella Sc. Considera que la virtud de la Humildad es tenerse el hombre por cosa pequeña. El humilde, dice San Alberto siguiendo á S. Bernardo, (in paradis. animz: e. 2.) se des- precia á sí mismo de corazon, y desea ser despreciado de todos, Este ejercicio de humildad fue maravilloso en la Sacratísima Virgen Maria, porque, considerando que desde la eternidad era nada', y que Dios le habia dado el ser, se humillaba delante del Señor, dándole gracias por tan grande beneficio; y conociendo tambien que era criatura y del linage de Adan, pecador , debia concebir- se en pecado, y hubiera pecado muchas veces como los hijos de Adan, si Dios no la hubiera preservado por su infinita misericordia y gracia del pecado original. Este conocimiento de su nada , y de lo que hubiera sido si el Señor no la hubiera llenado de gracias desde su concep-