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162 MES DE JUNIO que lleva en sí la verdadera grandeza del hombre, inca- paz de causar inquietudes 81c. Por el contrario, veo una razon gobernada por la irreligion, que hace al hombre terrestre, carnal, animal, bajo, vil, limitado en sus mi= ras é inclinaciones, y causa de las mayores desgracias, como nos refiere la historia, y lo estamos tocando con nuestros propios sentidos. ; Esta alma la emplearé en hacerme feliz y á mis.seme- Jantes; y esto lo conseguiré siguiendo los pasos de esta mi Religion: en la ley que me manda: guardar esta; la verdadera felicidad y la paz: A los que guardan la ley de Dios, dice el Profeta, les está reservada una paz muy abundante, pax multa. Cuando nació Jesucristo nuestro Señor segun la carne, anunciaron. la piz los Angeles á los que aman la virtud y guardan la ley de Dios , por= que la paz y felicidad es el resultado de las virtudes y observancia de la ley. Cuando San Pablo nos dice que Jesucristo es nuestra paz, nos da á entender que en el Señor solamente la hemos de buscar, y no en otra parte: sabiendo que Dios está en nosotros, y nosotros en Dios, por la virtud de la caridad Ó santidad ; entonces se ex- perimenta con el mayor gozo y admiracion que su yugo es muy suave; y asi diremos á los amadores del mundo: Infelices todos los que estais poseidos de las pasiones: vosotros os hallais sufriendo la mas dura esclavitud : no hallareis en esos deleites descanso , alegría ni paz. Yo ja» mas la encontré sino sirviendo al Señor y observando su santísima ley ahora hago comparacion de ambos due- ños, y he conocido la tiranía del mundo, demonio y carne, y el suave y amable trato de Jesucristo. Venid los que estais engañados, como yo algun tiempo lo esti= ve: venid y haced la experiencia, y vereis cuan suave es el Señor: Gustate et videte, quoniam suavis est Domi= mus. Venid hacer la comparacion , y Os vereis forzados á confesar la suavidad y dulzura de la ley del Señor, y el rigor , dureza y amargura del mundo. Dios y Señor nues= Lro , queremos seguir vuestra santísima ley: esta esla