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152 MES DE MAYO y los prodigios y maravillas que sucedieron. Y es que los predicadores de esta divina doctrina se mantenian siem- pre fuertes y constantes contra toda clase de persecucio- nes que se levantaban contra ellos, y no cedian, antes por el contrario permanecian constantes, sin dejar de predicar hasta derramar su sangre en defensa de ella, aunque fuera sufriendo los mas duros y atroces tormen- tos. Los príncipes se levantaban contra ellos, y trabaja= ban con todas sus fuerzas para impedir la predicacion de la Fé, y los mandaban encadenar y ponerles en las cár- celes, dándoles tormentos y muerte con la mayor eruel- dad. Los pueblos no convertidos se levantaban contra los convertidos ,y los perseguian-como á enemigos públicos, los afligian , los atribulaban con odios, con infamias, y con acusaciones falsas para que dejasen la Fé. Los padres, parientes y amigos que perseveraban en la infidelidad, se levantaban contra los hijos, hermanos, parientes y amigos que se habian hecho cristianos; y con lágrimas y ruegos procuraban apartarlos de la Fé, que habian reci- bido ó pensaban recibir. Y todos los demonios , por me- dio de los ídolos por cuya boca hablaban, y por medio de los encantadores y otros hombres ministros suyos, trabajaban para que los convertidos dejasen la Fé; y los que no se habian convertido, permaneciesen en su error; y no la recibiesen : y con todas estas contradicciones del poder de la tierra y del infierno, el Evangelio se predi- caba, y el mundo se llenó de cristianos en medio de las mismas persecuciones: en que se ve claramente el poder del Omnipotente, y que esta Fé es divina. Clamemos al Señor por la conversion de todos los infieles al gremio de la Santa Iglesia, y que todos demos el último suspiro en ella, abrasadas nuestras almas en el amor del Señor , pa- ra conseguir la gloria. Asi sea.

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