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62 MES DE FEBRERO del Señor y siguió esta soberana Niña en su retiro, sien- do la admiracion de los hombres y delos Angeles por el resplandor extraordinario de su Santidad ,.y asi siguió hasta que á los quince años por disposicion divina, trata- ron de, casarla sus parientes mas cercanos, y se casó con el hombre de mas mérito, que habia en el mundo como lo fue el. Patriarca Sr. San José, y se efectuó el matri- monio en Jerusalen , conservandose siempre Vírgenes es- tos Santísimos Esposos, O Soberana Reina de los Cielos y la tierra, alcanzad- nos del Señor, que os imitemos en las singulares virtudes que practicasteis en el templo, en vuestra crianza y en toda vuestra santísima vida, para que con ellas consigamos la vida eterna. Asi sea. CONSIDERACION II. Sigue sobre la Fé de Maria Santísima nuestra Señora, y el Testimonio 5.2 de nuestra creencia, esto es, de la virtud y santidad de los que reciben la Fé. Considera, que la Santísima Virgen fue bienaventura- da por su Fé, como Sta. Isabel su prima exclamó llena del Espíritu Santo (Luc. 1. 45. 45.) Maria, dice el P. S, Bernardo (Hom, 2. super. mis. sus.) fue el ejemplar de todas las virtudes, mas el fundamento, y la raiz de ellas fue su Fé, y en Maria no era el hábito de la Fé ocioso, como en los párvulos recien bautizados, en los cuales la alma nada entiende de esto, sino en hábito fuerte, acti- vo, corroborado por la gracia, sin que la naturaleza lo pudiese impedir, y asi producia actos meritorios incesan- temente , como dice el P. S. Bernardo (Serm. 52. de di- vers. ) Asi aquel entendimiento y aquella voluntad esta- ban ocupados con este dulce objeto, el entendimiento ilustrado con la Fé creia en Dios, en aquel gran Dios amabilísimo, por su bondad infinita; adorabilísimo por su infinita Santidad, gloriosísimo por su infinita Mages-

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