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DIA 15 DE RETIRO. 57 O mi dulcísimo Jesus, Dios y Hombre verdadero, os damos las mas humildes y reconocidas gracias, porque nos habeis redimido á costa de tantos dolores, penas, angustias, y hasta la misma muerte, pudiéadolo haber hecho sin padecer tormento alguno ; y aun podias haber- nos perdonado la deuda; pero asi convenia que vos pa- decieses y murieses por nosotros, segun vuestros vene- rables y eternos decretos, que el hombre no debe inves- tigar. Vos os entregasteis voluntariamente á la misma muerte (Isai. $3. 7.) para sacarnos del abismo de nues- tros pecados, de los cuales no podiamos: salir por noso- tros mismos , si vos no nos hubierais redimido, Por tanto, dulcísimo Redentor de nuestras almas , reconocidos á tan singular favor, os damos las mas humildes gracias: en esos trabajos , dolores, angustias y muerte nos habeis de- jado los ejemplos mas vivos y eficaces para que los imite- mos todos los dias de nuestra vida : en ellos aprenderemos la caridad , la obediencia, la humildad , la paciencia, la mansedumbre, la fortaleza , la constancia, la justicia, la misericordia , en fin todas las virtudes. No quitemos la vista de aquel divino ejemplar del Calvario, y no deje- mos de imitarlo para conseguir la vida eterna. Asi sea. PUNTO V, * PETICION. Hic ure, hic seca, dummodo. in eternum parcas. Aquí, Señor, quema, aqui corta., con tal que perdones eternamente. * O Dios de las misericordias, os suplicamos, Señor, que en este mundo nos mortifiques cuanto fuere vuestra san= tísima voluntad , siempre contando con los auxilios de vuestra gracia, pues decimos lo que decia el Apostol; to- do lo: podemos en vos, Señor, que nos confortais; y lo que decia $. Agustin : dadme, Señor, vuestra gracia, y manda lo que quieras. ¿Y que son todos los trabajos de esta vida en comparacion de las penas del infierno? ¿Y de estar privados de vuestra soberana hermosura ,por toda. la 15