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DIA 15 DE RETIRO. 55 cados, y especialmente de aquel en que caigo con mas frecuencia. Y asi digo: Dios de toda misericordia y bon- dad, que quiero con rios de lágrimas apartar de mí la espantosa fiera del pecado, que os ha quitado tan cruel-= mente la vida. Me pesa una y mil veces, ó dulce Vida de mi alma, de haberos ofendido: concededme,, Señor, un corazon penitente; concededme las lágrimas de un San Pedro, un San Pablo, la Magdalena, San Agustin, y las de todos los penitentes que han llorado sus culpas, para llorar yo las mias. En prueba , Señor , de que estoy arre- pentido de haber pecado contra vos, que sois suma bon- dad, vedme aqui, que quiero enmendar mi vida en todo, y especialmente me empeñaré con el socorro de vuestra soberana gracia en desterrar aquel pecado que con mas frecuencia he cometido : me declaro contra la costumbre y reincidencia ; me apartaré de todas las ocasiones en que haya peligro de ofenderte, porque asi es vuestra santísi- ma voluntad , que hagamos sacrificio de todas las pasio- nes, y especialmente de aquella que mas nos domina, ó que es el rey entre todas ellas; ese vicio que mas nos acomete, esa impaciencia , esa condicion áspera y mala, ese apetito y deseo de ser tenidos y estimados, esa luju- ria , esa propension á murmurar, esa falta de silencio, esa desobediencia Éc.; en fin nos empeñaremos en destruir y mortificar el vicio que mas sobresaliere en nosotros, que nos pone en mayores peligros, aunque debemos decla- rarnos contra todos, porque la santidad consiste en el conjunto de todas las virtudes. Ayudadnos, Señor, con los socorros de vuestra gracia; haced que seamos cons- tantes en la virtud hasta la muerte, para conseguir la vi- da eterna , donde te alabemos. Asi sea. PUNTO II. * Propósitos. Castigar la carne, y luchar contra las pasiones con esfuerzo $c. Aunque pudiéramos obrar la culpa sin pena, no debemós desearlo , ó: practicarlo en vista de tal ejemplo. *