BCCPAM000537-7-10000000000000

54 MES: DE FEBRERO » Criatura los puede soportar , que juzgar de ellos es im- »Posible, y que para creerlos tiembla nuestro corazon.” Y si estos dolores y muerte los ha sufrido Jesucristo por nuestros pecados, como es asi, luego el pecado es un mal gravísimo: sí, alma mia, no hay expresiones pa- ra ponderar la gravedad enorme del pecado : sus cade- nas nose podian romper y sino con la pasion , dolores y muerte de un Dios Hombre. El pecado ofende á Dios in fini- tamente; y asi fue preciso que un ser infinito, como es Je- sucrísto, padeciese para borrarlo, y sátisfacer de condig- no al Señor : todos los Justos, todos los Angeles, vi aun Maria Santísima Reina de todos, no eran capaces de sa= tisfacer de condigno; solamente un hombre Dios lo hizo, y le obligó á ello la maldad del pecado. El pecado tuvo atrevimiento de luchar con el Salvador , y murió por li- bertarnos de él, y con esta muerte mató al pecado mis- mo», segun el dicho de un Profeta: O muerte , yo seré tu muerte. (Osee 13-14.) Alma mia, aborrece la culpa, como que es el mayor de todos los males, y que hacer un pecado mortal es hacer revivir el mayor enemigo de Jesucristo y de los hombres; y mira que, como dice Saa Pablo ( Hebr. 6. 6. ) el que peca cuanto está de su parte, vuelve á crucificar á Jesucristo, y renovarle los dolores y pasion, y deja al Señor como muerto , porque el pé- cado impide al alma que participe de sus gracias, que para los que están sin él y en su amistad , es un manan- tial de dones. O Dios mio, aborrezco el pecado por ser ofensa vuestra, y porque me priva de tantos beneficios. Quiero morir en la santidad para acompañaros en la gloria. Asi sea. PUNTO IL E Fruto. Grave sentimiento de haber pecado: en- mienda de aquel en que somos mas frecuentes 8uc.* Sacaré por fruto de este Retiro un grave sentimiento de haber ofendido á Dios, y enmienda de todos mis pe-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz