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Y Dl El Concilio Tridentino prescribe oraciones públicas y privadas para impetrar del Señor acierto en el nombramiento de Superiores!; asf también lo encargan las SS. Constituciones, y el Ceremonial Romano Seráfico dispone que se diga la misa del Espíritu Santo con el mismo objeto? Como ya consignamos en el párrafo tercero, los Vocales, con arreglo á la Constitución de Cle- mente VIII, prestarán juramento de elegir al más digno. Esta formalidad del juramento no parece esencial para la validez*; pero es cierto que, aun omitido, subsiste siempre la obligación ineludible de elegir al más digno, y así nos lo recuerdan las 95. Constituciones. La elección debe ser secreta, de tal modo que no se sepa el nombre de los electores. Esta condición afecta á la validez! El secreto puede bant.—Q. An electio ita sequuta sit valida?—R. Cum nulla lege prohibeatur electio nocturna sine fraude facta, preefatam electio- nem subsistere declaramus. Adhortamur tamen Superiores, ut in posterum a similibus insolitis et reprehensione dignis, absti- neant. Cap. Gen. Ll, n. 60. * Sess. XXIV, cap. 1, de Reform. * Num. 1.658. Quia nulla ibi reperitur clausula irritans, casu quo omit- tatur. Huic sententize favet S. C. EE. et RR. decisio. Alii tamen aliter sentiunt. Piat. Mont., t. 1, pag. 523. * In primis sancta Synodus districte preecipit, omes supra- dictos eligi debere per vota secreta, ita ut singulorum eligentium nomina numquam publicentur. Si vero contra hujus Decreti constitutionem aliquis electus fuerit, electio irrita sit. Concil. Trid., sess. XXV, cap. VI, de Regul. Idem ac Concil. Trid. preescribunt Constitutiones nostre, cap. VIIL, n, 3.