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74 TRATADO PRIMERO, que alumbra á todo el mundo , puede el alma levantando la consideracion , de. cir: Si estas cosas son tan grandes y ad. mirables , ¿quál será aquel Señor , que en una palabra les dió el ser? Al poner la vista en lo magnífico de los edificios, en la hermosura de las flores, en la varie. dad de los árboles , de las aves y demas. animales , y en todo lo que puede dar gusto al sentido , puede el alma arguir así: Sien este Súndo , que es un desierto, hay cosas que embelesan los sentidos , ¡qué será en el Empíreo , que es la patria de los Fustos! Del mismo modo al advertir en este mundo tantas enfermedades, tanta variedad de dolores; al ver la voraci= dad del fuego y demas elementos , h monstruosidad de a lgunas fieras , podrá el alma reflexionar , ¿quántas serán las miserias , los dolores , las enfermedades, la voracidad del fuego y fealdad de los monstruos infernales en el abismo , quan= do el Omnipotente hizo aquellos calabo- zos del Infierno para eterno castigo«de sus mayores enemigos+ | Hay otra presencia de Dios , que: + lama sacramental , la qual. si se tiene,