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44 .TRATADO PRIMERO. atencion interior á lo que se reza; pues de otro modo serán los tales rezos pala- bras ó conversaciones , pero no se podrán llamar oracion. Hablando con los Novi. cios sobre este punto les advierto, que no earguen mucho de devocionesy oracio= nes vocales, pues sacarán mas fruto de lag pocas rezadas con atencion interior, que de las muchas sin ella. Para. que les sirva de regla pongo este exemplo:3 Quiere re. zar un Novicio quatro Padre. nuestros? Pues rece uno solo , pero. del«modo si. ' guiente. Ántes de em pezarle piense , que aquel Padre nuestro es un memorial for- mado por el mismo Christo , con pala= bra de despachar bien á los que se lo pre- sentan; con lo que se moverá á decirle con respeto y confianza. . e Al pronunciar Padre nuestro, tenga interiormente el afeóto y amot que cor» responde de un hijoá un padre, Al decir: Que estás en los Cielos , se alegrará de very que tiene un Padre que es dueño de la Gloria , y que confia heredarla. Al decir: Santificado sea el tu nombre ¿tenga un de- seo interior de que Dios sea amadoy ve= nerado de todo el mundo, Dirá; Vengad

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