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20 DIALOGO SEGUNDO. É le ha mirado con ojos mas benignos, que le ha dado mas fuertes auxilios para de- xar el mundo , y que él ha tenido masá- nimo para romper tantas cadenas como le tenian atado. ¿Quándo un Médico es- tá mas contento de haber curado á un en. fermo, sino quando era mas grave su do- lencia ? ¿Y quántas veces despues cuenta con júbilo : Este es aquel á quien yo sa- | qué de las puertas de la muerte ? Del mis. mo modo , si un jóven se confiesa de ma- yores culpas, queda mas alegre el Maes- tro al verle ya sano; y le servirá de mu- cha gloria el poder decir en el Tribunal de Dios : Señor, este es aquel que las en- f fermedades del alma le tenian casi des- ahuciado, yo le apliqué la medicina de vuestra Sangre en una confesion general que hizo , y quedó del todo sano. - 3 Callar por reparo algunas culpas en esta confesion , con remordimiento de las confesiones del siglo? Dios te libre de tan horroroso crímen; te quedaria un c "4 vo en el corazon , que te obligaria á vi= vir siempre inquieto y angustiado; en | ningun exercicio de la Religion hallari: consuelo; comulgándose aquí con tanta E