BCCPAM000537-2-26000000000000

CAPITULO TERCERO. 275 an peligro , y debe salir de él. "Si responde otro Hermano: Yo.no be llegado á tal extremo , reconozco en mí al- emienda , be cometido este mes algu- nas faltas , pero ménos que el pasado. Veo ya no tiene tanta fuerza la pasion que me dominaba. Si el Novicio mirando bien su conciencia , se encuentra en este se- sundo estado , está léjos de la tibieza, le dará gracias á Dios por este favor, y le dirá con todo afecto: Comprebendo , Se- ñor, que os habeis mostrado este mes con- migo muy favorable ; pues este es el tiempo en que me debo animar , y acabar de emen- darme en el mes que entramos , de los vicios que me quedan. | En la hora que le señale el Maestro, seconfesará el Hermano que hace el e- xercicio , de las faltas de todo el mes, de los propósitos que no ha cumplido , y del modo que se ha portado en la ora= cion y demas exercicios quotidianos , á finde que el Maestro le imponga las pe- nitencias medicinales , y le dé la doc- trina proporcionada al estado de su al- ma. Ultimamente , de noche en el Ora- "torio postrado delante del Maestro y de S2 h E li? 7, AN -. =— ps y o eS e E A o . o a e ci cant 187 sw ps E

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz