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. e MAPA ERA ALO > ' CAPITULO QUARTO. 251 dela ira; y en otros lo es tan poco,que secre ser naturalmente pacíficos. De es- to se infiere, que no tiene:mas de la virs tud de la mansedumbre el que vive con mas serenidad y sosiego , sino el que mas pelea contra los ímpetus de la ira, Esta regla puede entenderse generalmen- e de todas las pasiones y tentaciones; Ja que debe servir , para que de ninguno se haga mal juicio, sí-que en viendo caer al próximo en: alguna falta ó fla- queza , se diga : Dios sabe:quán vebemen= te habrá sido la pasion , quán fuertes ba= brán sido las tentaciones; y quántas viéto- rias babrá alcanzado ántes de lHegar'á es- te lance, Por este mismo motivo, el No= vicio que se reconozca inclinado á la ira, y se vea en muchas ocasiones , que de algun modo le conmueven , debe pelear con todo el esfuerzo posible para repri- mirla , y acostumbrarse á:la mansedum- bre. Por falta de haberlo executado así, se experimenta , que algunas almas que tratan de virtud , tienen largas horas de oracion , rezan deyotamente , ayunan, y son inclinadas á los exercicios del es- píritu ; pero en faltarles algun poco al

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