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) CAPITULO TERCERO. 24% que dixo de abatimiento , no se funda- ban en el conocimiento de su miseria y deseo de desprecio; sí que ántes pare- ce las. dixo por pura vanidad , para bus- car mas estimacion. - Moverán al Novicio á desear con vi- vas ansias ser humilde los motivos si- guientes. Si logra la virtud de la humil- dad, tiene ya camino llano para vencer todos los vicios y adquirir todas las vir- tudes ; porque si es verdaderamente hu- milde , no tendrá contiendas con alguno mirándose inferior á todos , sufrirá y respetará á los demas , y no se quejará de algun agravio; porque conoce, que por mal que le traten , nunca llegarán > lo que merece su miseria. «El verdadero humilde , al paso que está contento en los desprecios, está co- mo avergonzado en los aplausos, Al mo- - do que un pobre mendigo que va pidien- - do limosna, está contento con aquel ves- tido rasgado y sucio , como propio á su : calidad; mas si de repente le vistieran - de púrpura y preciosos galones sin de- xar su exercicio de pedir ni su suerte de mendigo, estaria lleno de vergiienza y