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CAPITULO SEGUNDO. 211 cipulo suyo al que posée esta caridad. Es sumamente útil e el alma; pues to- do el bien que se hace al próximo, lo re- cibe el Señor como hecho á su misma persona. Puede exercitar el Novicio esta virtud en su interior, procurando hacer buen juicio de todos, alegrarse de sus fe- Jicidades , sentir sus trabajos , y desearles todo bien. Puede tambien exercitar es- > ta virtud con aétos externos , y son to- das aquellas palabras y obras que se di- rigen á hacer bien ó espiritual ó corpo- ral al próximo. Se le hace bien espiritual enseñándole el camino del Cielo, exhor- tándole á la virtud , y dándole buen exemplo. Se le hace bien corporal so- corriéndole en sus necesidades, ayudán- dole en sus trabajos , y asistiéndole en sus dolencias. A Para que esta caridad Ó amor de próximo sea totalmente perfecto, de- be ser verdadero , puro y bien ordenado. Ha de ser caridad verdadera; esto es, : que no pare en solas palabras , agasajos y cumplimientos , sí que pase á las obras, Si pretende:un Novicio saber, si la ca- ridad que tiene con SE osa es verda- 2

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