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| . , E i Es CAPITULO TERCERO. 191 juicio propio, no fiándose el hombre de sí mismo sino sujetándose al parecer de otros en aquellas cosas que fueren Con» formes á fazom. .: 0u- cár Los motivos que deben: «mover ¿un Novicio 4 no fiarse del juicio propio, sons Primero, la Suma ignorancia -del entendimiento humano , que muchas ve» ces aprende las cosas al reves; y es tan variable , que lo que: ayer le parecia muy cierto, hoy lo califica de falso ::y mas un Novicio, que quatro dias: hace tenia tal. vez en el mundó diétámenes tan errados , ¿cómo puede ya asegurar» se en lo que ahora juzga? Segundo: El saber , que la pasion y el:apetito-hacén aparecer muchas veces bueno: , lo que no es tal. Y así como. un calenturiento, que tienemucha «sed, juzga que el agua, aunque haya de dañarle ,.es la mejor co. sa del mundo ; así el que tiene pasion4 aficion á alguna cosa , hace juicio que es buena, aunque en realidad no lo sea. De donde se infiere, que en igual razon y motivo debe el hombre preferir el dic- támen ageno al propio; porque en este la pasion propia ayuda á parecer razo» | ) |