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CAPITULO TERCERO. 189 empezarlo. ¿ Conozco que es voluntad suya ? Pues voy á executarlo ; no porque yo lo quie- ro, sino porque es conforme al querer divis ho. ¿ Y cómo conocerá. el Novicio si az quellas obras son voluntad de Dios ó contra ella? Valiéndose de esta otra re- flexion-ó pregunta : ¿Esto que voy d em- prender, me ba advertido el Prelado. ó Maestro que no lo baga?. 3 Sentirá su exe cucion, si llega d su noticia? Pues ya: sé que no es volúntad de Dios , no «siendo de dos Prelados. ¿Esto que quiero empezar, me lo ban mandado ya en otras ocasiones ? ¿Con ello be dado gusto otras veces. al Maestro? Pues ya sé que es voluntad de Dios. | Srta slen - Tambien será utilísimo á:un Novi= cio, quando él quiere hacer alguna co» sa, y algunos Connovicios quieren; otra; conformarse con lo que los otros quie» ren , siendo entrambas cosas de' ¡igual bondad. Y aun alguna vez será merito» rio dexar de hacer lo que uno quiere, aunque parezca algo mejor, por confor- marse-con la voluntad de otro ; pues el acto de humildad de negar su voluntad propia, dará á la obra el aumento de

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