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CAPITULO ' SEGUNDO. 177 mitados : por lo que si en el Noviciado se acostumbra á ser abstinente ,no le se- rán despues tan penosos los ayunos de la Regla; y hecho: el cuerpo á conten- tarse con poco, todas las posadas le pa» recerán buenas, y gustosos los mas po- bres manjares. E7 | -Mas si ahora , ó comiendo mucho, ó deseándolo con ansia, si no lo logra, da pábulo á su gula, tendrá siempre: des- pues una perpetua contienda con su vien- tre, Este querrá mucha comida. como mal acostumbrado, y el Religioso no podrá contentarle, Ó. por no quebrantar la Regla, Óó por su pobreza. Pero basta saber, que la gula es incentivo de la lu= xuria ,-y la abstinencia es una de las guardias de la castidad , para que se afi- cione á esta, y destierre aquella un No- vicio que desea ser casto , y ha de pro- - fesar el serlo por toda su vida. 3 2d El quinto sentido es el del tacto: puede faltar en él siempre que se toque - alguna cosa, la qual por sus circunstan- - cias puede mover el ánimo á algun de» -leyte prohibido ,ó puede incitar alguna | pasion. Se mortifica este sentido con to= *' M %