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E CAPIFULO PRIMERO. 167 vo las malas yerbas del pecado. Y el Novicio que se descuida en arrancar las raices de los vicios , Ó no podrá per- severar en el estado Religioso , ó si per- severa vivirá muy perturbado y afligi- do : pues por una parte se verá obliga- do.en muchas ocasiones á exercitar actos de humillacion exterior , de sujecion y mortificacion; y por otra hallará repug- nancia á lo mismo que se ve precisado á exercitar, por .no haber quitado el vicio que inclina y facilita para los ac- tos contrarios. El Novicio que tenga grande aborrecimiento á la culpa y fir- me resolucion de no volver á ella , no dudo tendrá deseos de destruir los vyi- cios que inducen á la misma culpa; y mas siendo ellos una cosa tan aborreci- ble á Dios y á los hombres. Por este motivo deben saber bien los Novicios . -_ los medios proporcionados para desar» . raygar el vicio del corazon , que son . los siguientes. «Lo primero: Aquella medicina ge- neral para todos los. males del espíritu, quees la oracion mental; meditando en ella el peligro de perderse un vicioso,