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“CAPITULO QUARTO. | dubitable, que el deleytarse en materia de Tuxuria y en qualquier otro vicio es pecado, que el desear la cosa prohibida es mayor culpa ,que la ira es uno de los pecados capitales; ¿cómo pues se colo- can el deseo, el deleyte y la ira entre las: pasiones - “náturales, las quales en sí no son culpa ? : Se resp. Qué la deleétacion ó désed, 2. es pecado, es la que está en la vo- duñtad ; Ó se sigue á ella despues de ha- ber conocido el entendimiento ser malo aquel objeto; mas el deleyte y deseo que son pasiones, eonsisten en aquella incli- nacion y gusto qué tiene el apetito en lo que se le- representa como agradable án- tes 20bn el entendimiento piense si es bue- malo para él alma. Semejante inclinacion y apetito tie- qe los brutos á lo que se les antoja fa- vorable á ellos. Hablando de la ira, la que es pecado capital, consiste en- enfu- recerse el hombre contra sí ó contra el próximo , conociendo ser aquella altera- cion contra razon y contra la virtud de la mansedumbre. Mas la ira queñoes pe- cado ¿ consiste en enfurecerse la parte , La