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CAPITULO QUARTO] 185 de los demas , porque es la que mas. fre- giientemente mueve al hombre á obrar; y al mismo tiempo es la ménos conoci= da y observada del mismo,que la posee; Es verdad que la conciencia siempre re- muerde contra ella ; pero este es otro daño, quese experimenta en elalma me- diando alguna pasion vehemente , que para acallar la conciencia se: muda el nombre de las cosas, llamando zelo á lo que es á la verdad pasion de cólera , a- mor del retiro á la tristeza , desapego de las cosas del mundo á la aspereza del ge: nio, 8c. de modo , que todo quanto a- petece un hombre apasionado , le suele parecer cosa justa... 0202000 03 Será pues'cosa de suma importancia al Novicio el: cónocer , qué pasion es la quele domina', lo que podrá lograr con esta reflexion. Si hubiera de privarse al presente de todo lo que apetece; ¿qué . cosa le vendria mas repugnante el de xar? ¿De qué sentiria mas' abstenerse ? ¿De hablar cón'aquel otro Connovicio; v.g.Ó de saber en qué se emplean los otros? Si le obligasen á pasar por todas aquellas mortificaciones que le: disgus- TRA”

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