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' p i 1 1! ¡4N y AL mi 3 FRATADO TERCERO. CAPITULO SEGUNDO. DE LAS TENTACIONES QUE vienen al alma por parte del próximo. - * $ TTUAl vez sucede , que un alma que te siste á varias sugestiones de Sata- nas, flaquea al verse persuadida ó instis gada de un amigo , de un compañero, En el siglo se vé esto patente; pues mu: chos hubieran vivido una vida christia= na, á no haberles enseñado otros com. pañeros el camino de la perdicion. Pero ciñéndome solo á mi intento, digo , que de dos modos puede decirse que un No. vicio sea tentador de otro Novicio: Pri. mero, persuadiéndole ó moviéndole-di- reótamente á cometer:algun defecto. Se: gundo, dándole algun mal exemplo del qual se mueve el otro que le está miran: do á imitar aquella: falta ó relaxacion, En el primer modo, un Novicio que in- cita á otro á conversacion en tiempo que no le es permitida ; un Novicio que mueve á otro á notar las faltas de los E añ _ «demas , á quejarse de las correcciones | + A | ¿=p