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(62) »quitaron los hábitos ,y así desnudos, y maniatados »nos llevaron á vista del Presidente (que ellos. llaman »Nambaloó ) y distaba su habitacion de la Ciudad co- »mo tres millas. En este camino íbamos escoltados de »una tropa de Árabes, que nos trataban con bárbara in- » humanidad , y fiereza, dándonos muchos golpes con »los fusiles, armas, y lanzás: y como íbamos entera- »mente desuudos , era cada golpe, ó una contusion , Ó »una herida. »El Presidente nos tuvo presos en su Palacio tres »meses debaxo de una escalera. En este encierro pade- »cimos mucho estando. siempre en carnes , llenos de »inmundicias ,rodeados de sabandijas , cargados de ca- »denas'; muertos de hambre , y oprimidos de la mayor »necesidad. No entraban los Bárbaros en la prision, »»que no fuese para afligirnos con golpes, y bofetadas. En »todo este tiempo no hubo quien pidiese por nosotros, »hasta que un Capitan de la Guardia de Palacio , las- »timado de vernos, ya casi á espirar, pidió licencia para: »trasportarnos á la Ciudad de Nepal (como lo hizo), »donde estamos con algunos trabajos ; pero ya , á Dios »gracias,4 la puerta el Thibét., donde resuenan con: »gran consuelo de nuestra alma, las felicidades, y be- »neficios y que el Señor derrama liberal sobre esta gran »Misiow; Suc. Sic: ”? Humilde Siervo de V.'C. Fr. Jo- sepb de Robato. Este tan penoso, y dilatado camino toman los Pa- dres desde las Provincias de Italia : y si la S..C. de Pro= paganda Fide determinára fuesen 4 esta Mision Reli- giosos de España, pudieran hacer el viage con mas.bre- vedad:, y descanso, viniendo á nuestra Capital de Mé- xico , y de aquí 4 Acapulco parasembarcarse 4 Filipinas, de donde era facil pasar al: Gran Thibét, ó por: la-Chi- na, ó por la Gran Tartaria. Bre-