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(47) PUNTO IV. Observancia , austeridad de 'los Capuchinos, y la justa merecida estimacion , que se han adquirido entre los fieles, 68 lempre firme en la observancia estrecha de sus Leyes , siempre sáñta , y siempre edificativa; siempre rígida , y siempre penitente se ha. mantenido esta Seráfica Reforma, 4 pesar del tiempo, y sus incons= tancias. Observan los Capuchinos literalmente , y sin glosa la Regla de suS. P. S. Francisco , mereciendo por esto el singular elogio de llamar los Sumos Pontífices en sus Bulas á sus Profesores : De la mas: estrecha , y rígi- da Observancia. Decia aquel célebre Doétor Navarro (apud Torrecill. +om. 5. Consult. pag. 94.) , que á los que observan la Regla de S. Francisco á la letra , y segun la mente de su Autor , los tenia , y reputaba por Martyres incruentos. Pues si al rigor de la Regla se aumentase mas rigor», qué diria? Tienen los Capuchinos, para me- jor observar la Regla sus Constituciones generales , que inalterablemente han guardado desde el principio de la Reforma hasta ahora; y dixe inalterablemente , por- que en.las mismas Constituciones hay ley expresa , que probibe mudar las Constituciones: y así estas son hoy las mismas que eran al principio, sin mutacion alguna en la substancia. Son estas Constituciónes tan rígidas, y estrechas , que pasman á los que las leen , como le su- cedió al Sr. S. Pio V; el qual admirado de ver tanta aus- teridad, y rigor, exclamó diciendo : Veis aquí unas Constituciones diftadas por el Espíritu Santo , y tales, que el que las guardáre perfebtamente, puede ed ipso ser colocado en el Catálogo de los Santos. Torrecilla 10m. S.PÁZ. 94, 69 Verá un Capuchino , es ver un retrato perfec» tísimo de penitencia. La barba crecida, y larga: Pe há-

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