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o CAN A o e 7 A SO > e y y p Pa, A A O EN POR LA TARDE. 61 ni las luces internas de la gracia, ni las voces exte- riores de la predicación , ni aun los avisos de sus Su- periores mas prudentes ; mas oportunos , ni mas repeti- dos son bastantes para corregirlos , por haberse ya en- durecido en el pecado , y cumplidose en ellos á la le= tra aquella amenaza de Christo Señor nuestro : In pec= cato vestro moriemini, y asi mueren .en el pecado de haber entrado sin. vocacion en el estado 3 porque. este pecado es el origen , y raíz viciada de donde les na= cen los demás. 18 Cierto , que , como dixo el Maestro Avila a un mancebo que le:'consultaba y si se haria: Sacerdote: (34) solo :el demonio.puede poner” Aá- tales hómbres' en el corazon el atrevimiento de pretender los Ordenes Sagrados , para que:teniendolos en lo mas alto de la Iglesia , los pueda precipitar mas facilmente. ¿ Y qué, pára en solo su proprio: precipicio la temeridad de ha- ber subido sin: vocacion al Clericato?-¡ Ojalá se aca= bára la desgracia en eso! ¡En que se arrancasen: de el campo-de la Iglesia estas bastardas plantas , que no plantó el Padre Celestial!-; En que se «coriasen- de: el todo estos sarmientos silvestresc, mal ingertos:en la ce= pa viva de la Viña mystica , aun quando: con los mis= mos vasos de .sus ministerios en-las manos y 5enles sor= biese vivos el infierno y, como:A los: otros. Levitas in- trusos los tragó con los. incensarios | que esto aun no fuera el, mayor mal. . 20 6 19 La desgracia mayores; que tales Eclesiastis cos son deshonor de todo el Clero, escandalo-de'las Republicas , irrision de los malos , confusion de los buenos:, «ruina, y afrenta de: la Madre' Iglesia , que con (34) En la Vida del Venerable P.M, Ayila, lib. 3. cap, 20,

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